Nadie es imprescindible.
Seguro que lo has oído decenas de veces. Quizá es cierto pero hay personas que marcan la diferencia, y mucho. Cuando una de estas personas se va de una organización, deja un hueco enorme.
La versión original del libro «¿Eres imprescindible?» se titula «Linchpin. Are you indispensable?«. Un linchpin es una pequeña pieza que se usa para que una rueda no caiga de su eje, no es una pieza muy glamurosa pero es indispensable. Si se rompe se va a tomar por saco un carruaje, por ejemplo. Podrás buscar un reemplazo pero hasta que lo encuentres estarás jodido.
Si has escuchado alguno de nuestros episodios del podcast, sabrás que somos bastante fans de Tim Ferriss. Pues hay algo mejor que leer a Tim Ferriss… Leer a Tim Ferriss y a Seth Godin 🙂
Seth Godin es un experto en marketing conocido mundialmente por sus libros. Ha escrito entre otros: Tribus, La vaca púrpura, El marketing del permiso, Salir del abismo…
Siempre que leo a Seth Godin acabo con ganas de comerme el mundo, de hacer las cosas de forma distinta, de intentar aportar el máximo valor en lo que hago…
Godin tiene un estilo llano y directo, no se anda con medias tintas. Es capaz de motivarte pero también de que te sientas un poco culpable. Recuerdo una vez que comentó algo de que si echas una siesta o te distraes con Twitter no das lo mejor de ti, ni haces cosas para entregar… Estuve bastante tiempo sintiéndome mal cada vez que echaba una siesta, a veces no podía ni dormirme.
Pero me encanta leer a Seth Godin, de él aprendí hace años cosas que ahora me parecen tan obvias como que gracias a Internet no hay que pedir permiso a nadie para hacerte oír con un libro, un podcast, un canal de YouTube…
Sobre «¿Eres imprescindible?», este es la sinopsis del libro:
La entrada en el mundo digital y la muerte de la industria han permitido que surja una nueva figura, la de los linchpins, gente capaz de convertir su conocimiento y experiencia en el epicentro de su empresa, vida y seguidores. Personas capaces de dar sentido a su trabajo y a sus obras, de convertir el caos en orden, de motivar al resto, de conseguir que las cosas ocurran. En definitiva, de ser imprescindibles.
Este libro no te dice que dejes tu trabajo, pero te reta a que repienses cómo haces tu trabajo. Godin te anima a que des lo mejor de ti, que tengas una actitud proactiva, que conectes las personas y sepas liderarlas teniendo en cuenta sus emociones…
De todos los capítulos que tiene el libro, voy a comentar tres que me llamaron la atención.
La resistencia
Godin remarca la importancia de entregar (ship) que consiste en acabar lo que empezamos y en conectar nuestro trabajo con el mundo. Muy en la línea de lo que comentamos en el episodio 6 sobre proyectos personales: que haya un producto que lo vean o usen más personas.
Algunos ejemplos que pone Godin de shipping son…
- Cuando publicas un artículo en tu blog.
- Hacer una presentación al equipo de ventas.
- Vender magdalenas 🙂
De hecho, decidí hacer el reto de publicar una entrada cada día de octubre (#blogtubre) en parte inspirado por el rollo «Ship it!» de Seth Godin.
Godin explica cómo nuestra parte más antigua de nuestra mente, el cerebro reptiliano, es la mayor resistencia para dar lo mejor de nosotros. El cerebro reptiliano no quiere que llames la atención, quiere sobrevivir, que no es sinónimo de éxito. Es el que te paraliza con miedos que te impiden mejorar.
No hay mapa
La mayoría de veces nos dicen lo que tenemos que hacer. En el sistema educativo tradicional los aprendizajes son muy dirigidos. Te dicen lo que tienes que aprender, cuando tienes que aprenderlo, cómo vas a aprenderlo y la forma en que comprobarán si los has aprendido (con exámenes, habitualmente).
En muchos puestos de trabajo ocurre algo parecido: hay que hacer esto, aquí lo hacemos así o asá. Pero tal como dice Godin:
«Si tienes un trabajo en el que alguien te dice lo siguiente que hay que hacer, has perdido la oportunidad de crear valor».
Un linchpin no espera que le den un mapa, él lo crea para sí mismo y para los demás.
Para liderar no hay una guía paso a paso. Tampoco para escribir o para hacer arte. Si hubiera un mapa, ya no sería arte, porque el arte es el acto de navegar sin un mapa.
La cultura de la conexión
En este breve capítulo, Godin nos cuenta lo importante que es conectar con las personas. El linchpin no puede tener éxito aislado. Uno de sus puntos fuertes consiste en saber conectar con la gente y saber conectar a las personas entre sí.
Godin afirma que es más difícil reemplazar alguien con muy buenas relaciones con clientes que alguien que sólo destaca por sus conocimientos.
También critica las empresas y personas que «leen el guión» de forma impersonal, como los teleoperadores que nos abruman con ofertas que no queremos. Cuando alguien comunica de forma genuina tiene mucho ganado.
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